Paso De Raíz como banda invitada, que llevo hasta allí los ritmos y letras de la América profunda y nos enseñó a todos como deberían ser las verdaderas fiestas, algo natural en esta banda que tiene tanto presente como futuro. Alrededor de la 1 de la mañana, los cinco dedos suben al escenario: Ari Vasquez (voz), Poyo San Martin y Tomy Burgues (guitarras), Nico Ferreiros (bajo) y Mariela Acosta (batería). La gente se agita y alienta. El show arranca a todo motor con Hartocracia. El escenario se llena de diversos personajes que se apuran, se chocan, reclaman y gritan. La sociedad toda esta representada en ese escenario. Sigue Alienados y la escena se traslada a algún show televisivo nocturno, donde el humor barato y el culto al culo son moneda corriente.
Los chicos de comedias y comediantes se retiran momentáneamente y Convido sigue el show con La distancia y Caballos Artificiales. El público reconoce la entrega con canticos y el show entra en su primer punto alto cuando comienzan a sonar los acordes de Dejan. Mientras tanto, a un costado del escenario, una dama algo neurótica sirve la cena y los comensales, uno a uno, van cayendo muertos envenados. La escena, muy bien lograda, explora los lugares mas oscuros de la mente. Parece que todo lo podrido esta a punto de estallar. Luego siguen Volver y Hastio ambos muy festejados por la gente. Un gran control remoto se hace lugar entre el publico y el Sr. Televisor aparece en el escenario: llego el momento de Incomunicado, una verdadera declaración de guerra. Sin pausa, entonan una excelente versión de Estallando desde el Océano de Sumo y el público delira de alegría. Le siguen Pipas de la tarde, Retazos y Malabaristas del día, con Felipe Barroso como invitado. A esta altura, el show ya esta pago una y mil veces. Para tocar el poderoso “Revolver” suben mas invitados: Pancho en percusión y Adrian en guitarra. Le sigue Anestesia y los presentes estallan con Donde quiero estar y Paso de Todo. Un final a todo trapo, irresistibles enfermeras se pasean por el escenario y toman la presión de los hombres de la banda, que parecen no inmutarse ante su deliciosa presencia. Curas, oficinistas, vedettes. En el lugar realmente pasa de todo y el show termina con Veletas, para dejar muy en claro que no todo es lo que parece, que aunque a veces cueste lo que vale es vernos las caras, si tuviéramos ojos..
Desde el comienzo, la banda le tiende la mano a quien quiera tomarla. Letras llenas de rabia y un sonido potente y afilado funden los cinco dedos y forman esa mano que va a contramano de todo lo aparente. Convido invita a cuidarnos de los que dicen cuidarnos, desconfía de la verdad escrita en las redacciones de los notables y apuesta a las relaciones personales donde el brillo de la mirada es más importante que el de los celulares. En este mundo que no vale vivir, todavía quedan sueños y Convido lucha y deja todo para lograrlos.
Redacción y producción: Gonzalo Zapata
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