jueves, 5 de mayo de 2011

“Después de ir a ver a los Rolling me compré una guitarra y empecé a estudiar”

Acuariano inquieto, de 28 años y Técnico en Sonido y Grabación, egresado en la Escuela de Música de Buenos Aires. ¿Qué les parece? Javier Fernández Farjat, cantante del Jaguar Rock, vive en San Antonio de Padua junto a sus padres Alberto y Julia. Él es el menor de los seis hermanos. Se destaca por tratar siempre de generar nuevas ideas.“A veces me sirve y otras me juega en contra, de acuerdo a las decisiones, no me puedo quedar quieto. Es mi filosofía de vida, ir apostando y no plantarme en donde me sienta cómodo sabiendo que puedo dar mucho más”, cuenta el cantante de El Jaguar Rock. La banda ya que tiene dos discos, Dejando Rastros (2004) y A Voluntad (2008) se formó en 1998 junto a dos de sus amigos, pero al poco tiempo se disolvió. Casi un año después, formaron un equipo distinto. “En cuanto uno encuentra un nuevo camino se lo muestra a otro. Así funciona. Nos fuimos autoalimentado de ritmos, estilos y grandes referentes. Creo que hoy encontramos un sonido propio del cual nos sentimos muy cómodos de tocar”, manifiesta Javier.

¿Notás algún cambio con respecto a El jaguar de antes y al de ahora?

Al principio éramos chicos y nos gustaba mucho el Rock & Roll. Hacíamos covers y ya teníamos algunos temas propios. A medida que fueron pasando los años se fue notando el crecimiento personal y la suma de influencias dentro de la banda.

¿Hay buena relación entre los integrantes?
Sí, somos grandes amigos. Durante estos años compartimos ensayos, reuniones, salidas, giras y vacaciones. Pasamos mucho tiempo juntos y nos llevamos muy bien por suerte. También tenemos bandas amigas con las que compartimos giras y otras con las que no pero tenemos una buena relación. Vaghos, Percobarocho, La Marimba, 5 Esquinas y Zeruel, son algunas de ellas.

¿Cómo definís a la banda?

El Jaguar es una banda de rock, con gusto por las fusiones, lo progresivo y el intentar aplicar en el estilo las inquietudes musicales de cada uno de sus integrantes. El concepto fundamental es exprimir y hacer explotar toda la energía y fuerza que se concentra en nuestras obsesivas cabecitas dementes.


¿Y tu cabecita demente a qué edad se decidió por la música?

Arranque de muy chico sentándome en un viejo teclado de casa y sacando canciones que escuchaban mis hermanos. A los 10 años estuve en el coro del colegio; a los 12, después de ir a ver a los Rolling Stones, me compré una guitarra y empecé a estudiar. Así fue como comenzó mi viaje de ida.


¿Qué expectativas tenés?

Poder vivir de la música, eso es por lo que tanto peleo. Me encantaría poder cantar frente a miles de personas una canción, y sentir esa energía de ida y vuelta que supongo se sentirá.

Y, ¿cómo encarás la vida?

Acelero las obligaciones para poder encarar y disfrutar los sueños. Intento disfrutar bastante, pero asumo ciertas responsabilidades.

¿Qué responsabilidades ¿Estudiás?

Estudié canto 9 años, pero dejé hace unos meses. Estoy trabajando mucho con el disco nuevo y además pusimos un estudio de grabación, entonces tengo el tiempo un poco acotado. De cualquier forma sigo tomándome unas horitas semanales (además de los ensayos) para seguir entrenando y no perder el hilo, es difícil, si dejás de tocar o perdés el ritmo se siente mucho y cuesta arrancar de vuelta. También tuve un intento fallido con el violín, pero en algún momento quiero retomar.


¿Cómo surgió la idea de hacer el estudio de grabación?
Pusimos un estudio con Bebo (ex guitarrista de la banda) en la zona de Ituzaingo-Padua, al Oeste de Buenos Aires. Lo abrimos el año pasado y todavía la estamos remontando. Se llama Estudio NEKSA, citando el nombre a un personaje de un tema del disco A Voluntad. Ambos estudiamos en EMBA, Sonido, Grabación y Producción, y teníamos ganas de plantear este proyecto paralelo a la banda.

También les sirve para ensayar…

Obvio, al mismo tiempo tenemos un lugar para poder experimentar con El Jaguar ahí adentro y tener la disponibilidad de las cosas maravillosas que te permite hacer la tecnología en el audio.

Hablabas del disco nuevo, ¿Cuál va a ser el nombre?

Aún no está definido, estamos trabajando en eso ya hace un tiempo, supongo que en esta próxima etapa se estará definiendo. Nadie sabe lo que va a pasar después de editar el material, es un disco muy complejo y bastante rico, estuve hurgando mucho en música internacional que no frecuentaba a escuchar ni a tocar y me enganché bastante al momento de componer. Tuvimos un 2010 duro, con mucho trabajo de producción y composición junto a nuestro querido productor amigo Dani Albano.

¿Se puede saber por lo menos la temática?

El disco nuevo va a ser “Conceptual”. Detrás de las canciones existe una historia que se expone desde el primer tema hasta el último, y los temas serían como los actos o las escenas de esta historia digamos.

¿Más sencillo?

Es una idea que fue surgiendo a medida que íbamos seleccionando las canciones. Teníamos más de 25 temas para elegir adentro del tarro, de los cuales quedaron sólo 13. Todo se fue dando solo y empezamos a disparar chispas para encender la llama. Veremos como lo podemos expresar para sacarlo junto al disco, ¿Será un libro? ¿Será vía Web? No lo sabemos aún, pero seguro durante el año saldrá a la luz.

¿Cuándo es la próxima presentación?

En este momento el plan principal es grabar, tenemos el demo del disco terminado y ahora estamos en la etapa de ensayos, previos a la grabación. No sé cómo se darán los tiempos, pero queremos tocar cuanto antes. Igual, sabemos que es muy difícil estar parados por más de que estemos trabajando en un disco.

Pero, ¿Les gusta tocar en vivo?

Creo que una de las cosas más importantes, que alimenta nuestras ganas de hacer música, es salir a tocar en vivo, así que supongo que no nos demoraremos mucho más en volver a rodar. Ésta es una de las dificultades de ser independientes, los tiempos se estiran mucho más y el poder hacer todo al mismo tiempo es mucho más difícil.

Contame alguna anécdota inolvidable

Una anécdota del año pasado. Viajamos a Uruguay para tocar en un festival que nos invitaron en Paso de los Toros, junto a La Trampa, Atalaya, Marulata, y varias bandas más locales uruguayas. Justo viajamos en época de carnavales. Tuvimos 24 horas de viaje por retrasos de cada micro que nos teníamos que tomar. Salimos a las 7 AM de Buenos Aires y llegamos a Paso de los Toros a las 5 AM del día siguiente.

Y ¿Qué pasó?

Cuando creímos que nuestra aventura había terminado, llegada la hora del show, se desató la lluvia más poderosa e insistente que tuvo Paso de los Toros en los últimos años. El festival se suspendió y a las 4 AM de esa misma noche nos tomamos el micro para volver hacia Carmelo, nuevamente con tres transbordos. En resumen, fuimos a Uruguay a tocar y no pudimos hacerlo, pero conocimos todas las hermosas rutas y terminales de Paso de los Toros, Durazno, Montevideo, Colonia y Carmelo, además de pasar unos cortos pero gratos momentos con las bandas uruguayas.

¿Cuál fue la mejor experiencia que vivieron en un show?

Podría decir que son los shows donde uno toca tranquilo, puede brindar todo lo que hace de la mejor forma, aplicando todo lo que viene preparando en ensayos y hasta improvisar sin problemas. O donde la energía se hace cada vez mayor y se siente ese calor banda-publico. Creo que este último es el momento que más me gusta.

Y, ¿Lo peor?

¿A quién no se le cortó una cuerda, se le cortó la luz, se le rompió la guitarra, el equipo, un parche del bombo? ¿Quién no se comió una patada (eléctrica) de un micrófono o de una guitarra, o se mojo / resbaló por que el techo del lugar donde tocabas tenía fisuras y llovía adentro del escenario? ¿Quién no se calentó con algún idiota con necesidad de autoritarismo desde abajo del escenario rompiendo las bolas con: “Un tema más y se bajan” o “dejen de tocar por que se acabó el tiempo”?

Epa, ¿Para tanto?

El rock es así, y sobre todo en el circuito under, las condiciones no son las mejores, hay muchos lugares en malas condiciones y con una pésima organización. Poco cambio después del 2005, pero está en uno aprender a convivir con ellas si se quiere seguir dando lo mejor desde el lado de la banda, después te queda elegir dónde tocás, cómo lo hacés y cómo podés ayudar a cambiar las cosas. ¡Ojo! También hay gente que hace muy bien su trabajo y cuida mucho las condiciones de sus recintos, mis respetos hacia ellos.

Ya que tocaste el tema, ¿Qué opinás de Callejeros?

Es una buena banda, lindas canciones, de más está decir que marcaron (musicalmente hablando) una tendencia en varias bandas nuevas del rock nacional. Tuvieron un momento difícil, sí. Le podría haber pasado a cualquiera de nosotros. La realidad es que las cosas no funcionan bien al 100 por ciento en Argentina y dudo que en muchas partes del mundo.

¿Por qué asegurás eso?

Somos una sociedad corruptible e incontrolable al momento de participar en un orden, y no hablo de un orden de control inhumano, hablo de un orden básico conciente de convivencia social. Somos negligentes y descuidados. Nuestro sistema se basa en eso: aquí manda el “ya fue, funciona así” o el “me tiro a la pileta y si hay agua buenísimo”. Supongo que por eso suceden las cosas y no aprendemos de ellas, es nuestro comportamiento líder. Lo triste es el hecho que sucedió y la gente que lo sufrió. Y que luego todos critiquemos sin saber, o sabiendo en las condiciones en las que estábamos viviendo de antemano, que muchos se laven las manos a la hora de adoptar culpas y bueno. No fue sólo un accidente. Fue una prueba más de que el sistema es deficiente.

Por Agustina Clemente

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