"Esto es así es una primera llave de un proceso que quiero seguir”

Llega al bar de la zona de Coghlan sonriente, con una campera negra bien rockera y unos lentes de sol que se saca al pasar la puerta. El personaje en cuestión es Pablo Oliva, ex cantante de Gazpacho que tras diez años junto a la banda decidió dar un paso al costado para ahora lanzar su carrera solista. Con esa formación editaron 4 discos: Gazpacho (2003), Tendrías que escuchar (2006), En el aire (2008) y Revolución (2009). Para este nuevo comienzo, Oliva mantiene la profundidad en sus letras, los climas calmos, el énfasis en las historias que retrata y la calidad musical. A través de su Facebook ya había dado pistas sobre su primer disco solista Esto es así, con el adelanto de los temas Entre los dos y Este tiempo terminó. Contó con invitados de lujo como Silvio Furmanski, Gringui Herrera, Tery de Carajo y Gustavo Pulga Luciani. “Mi dedicación a la música viene de mi familia de artistas, siempre canté y toque la guitarra. Tenía unos tíos músicos que lamentablemente fallecieron de jóvenes en la ruta yendo a tocar, pero la verdad que ya les había ido muy bien. Apenas terminé el colegio me fui para Los Angeles donde viven unas primas mías”, explica apasionado.

¿Cómo fue esa experiencia?

Buenísima. Me fui a estudiar música y para sobrevivir trabaje en varios restaurantes. Estudié canto clásico porque me gustaba mucho Freddy Mercury. Iba a la universidad y por la tarde tenía una banda de rock, ahí aprendí muchísimo. Llegue a tocar con un baterista que había tocado con Lenny Kravitz, conocí a Iggy Pop entre otros grosos. Toque mucho allá también. Vuelvo seguido porque me quedaron un montón de amistades. Me hice amigo de un argentino, los dos estábamos solos sin familia y se convirtió como un hermano para mí. Voy a visitarlo seguido. Es increíble Los Angeles, a veces voy y digo: ¿Para qué carajo me volví?

¿Al regreso surge Gazpacho?

No, volví y toque con el Negro Sánchez, el bajista de Rata Blanca, en una banda que se llamaba Revolver con la que hicimos un disco. Empezamos a buscar otro violero y apareció Nando (Caliz) a probarse. Pegue re buena onda con él y decidimos armar un proyecto los dos, lo empezamos a hacer juntos con una computadora grabando la batería, así hicimos millones de temas.

Tras diez años juntos, te fuiste y ellos siguieron ¿Qué fue en tu vida?

Fue una etapa súper importante en mi vida, un proyecto muy lindo que hicimos en casa con Nando y después aparecieron los otros chicos. Fueron diez años de trabajo y amistad. Fue muy positivo, una banda que toco muchísimo, muchísimo y continuamente en todo el país. Se extraña un poco eso de tocar tan seguido. Fue una experiencia increíble.

¿La etapa solista se gesta antes o luego de esto?

El año pasado tomé la determinación, con la mejor onda, de hacer el disco solista. Lo empecé a hacer tranquilo paralelo a Gazpacho. Después hubo cosas dentro de nosotros que todos quisimos un cambio, a veces pasa que están de acuerdo con una cosa, otros no, miedos que aparecen. Me parece que la música es algo donde no puede haber ninguna presión, es un arte. Por eso tomé la decisión de irme, con la mejor. A los chicos los sigo viendo, escuché los temas nuevos pero me sentía un poco arrinconado. Ahora estoy disfrutando muchísimo, tuve un hijo hace poco, disfruto de ser padre, de hacer el disco. Con la banda que estoy tocando la estoy pasando bárbaro, son muy buenos músicos y buenas personas. Disfruto mucho ahora de ensayar y con muchas ganas de salir a tocar.

Gran parte de las letras de Gazpacho las compusiste vos, no sentiste tanto el cambio por ese lado..

Sí, componía muchísimo, a veces Nando venía con una idea y yo la seguía. Cada vez iba componiendo más. El último tiempo los chicos componían mucha música y a mi me quedaban canciones que no sabía dónde ponerlas. De ahí sale la idea de hacer un disco solista para hacer mis letras. Después por cosa de la vida, las cosas terminaron de esa forma en la banda.

¿Tenes alguna manera especial a la hora de componer?

No, no existe, olvídate. Siempre es distinto, cada canción es diferente. Lo que sí, me cuesta mucho componer en Buenos Aires, no puedo. Me gusta mucho Uruguay, no Punta del Este ni nada por el estilo. Tengo una chacrita, en un campo alejado de la ciudad. Escribir es algo que no tiene mucha explicación, necesitas un lugar tranquilo, acá te llaman amigos, quilombos, no puedo bajar. Necesito un momento para desconectarme un poco, ahí llegan solas.

A la hora de la grabación ¿Qué diferencias y semejanzas hubo cuando lo hacías con Gazpacho?

Fue mucho más fácil por el hecho que lo hice yo, cuando estás en una banda chocas con un montón de pensamientos. Por ahí con Gazpacho pasaba eso, muchos querían componer, cada vez más, es cansador. El último disco En el aire terminamos hechos mierda nos fuimos a un campo para hacerlo y la verdad que te cansa mucho energéticamente. Acá fue todo lo contrario, lo hago como lo veo, escucho y es mucho más fácil. Me divertí muchísimos grabando el disco porque lo hice con todos amigos que conocí durante todos estos años que vengo tocando. La batería me la grabó Waldo Madera, baterista de Ricky Martín y Juanes, que es americano y está acá porque se casó con una argentina. Nos produjo algo con Gazpacho. Furmanski también que es un violero conocido que trabajo mucho con Calamaro. Me divertí muchísimo, con amigos tomando mate, comiendo algo grabando, una experiencia buenísima. Terminamos y tenía que formar la banda porque todos ellos tienen sus trabajos.

¿Quiénes la integran?

Estoy con el ex baterista de Cuentos Borgeanos Lucas el Gato Hernández, el guitarrista es Juan Verta que forma parte de Umma Gumma, una banda muy grosa que hace tributo a Pink Floyd. Al bajista Alvaro Rodriguez me lo presentó Sebastián Perkal que produjo este disco y los primeros dos de Gazpacho. Es un chico joven, un monstruo con el bajo. Está sonando muy bien en los ensayos, ya está todo armado, es solo cuestión de tiempo.

Con Gazpacho fueron independientes y el último tiempo salieron por EMI, ¿Cómo lo afrontarás ahora en esta etapa?

En realidad, nosotros siempre estuvimos ligados a algo. Cuando empezamos lo hicimos con Masters Songs, tuvimos apoyo de un manager, de Juanchi Baleirón, siempre alguien nos ayudó sino es imposible. Ahora es lo mismo, buscando diferentes alternativas. Lo que si cambió es el concepto del negocio de la música, hoy en día las discográficas no sirven para nada, están hechas mierda. No vendes un disco ni ahí, es una realidad. El año pasado durante el mes que salió Rock de Calamaro fue el más vendido con sólo 5 mil copias en todo el país. No es nada, no es más un negocio. Uno hace un disco pero sale caro, si lo queres grabar en un estudio cuesta, el productor e ingeniero también. Algunos dicen “regalemos la música” pero hacerla no es gratis. Lo voy a sacar por una nueva compañía digital que cada uno tiene su perfil, pueden escuchar la música de cada artista y comprarla. Es una discográfica que empezó en Italia y ahora está en Buenos Aires. Los que trabajan ahí ya lo hicieron en EMI, Universal, son gente de discográficas que está haciendo algo nuevo.

El nombre del disco da para muchas interpretaciones, tiene que ver con plantear este soy yo en el medio musical..

Sí, es un poco eso. Es un disco que lo hice puramente yo, saldrá como Oliva no como Pablo Oliva. Al ser mi primero como solista quería decir eso, que es lo que hago, puede gustarles o no. Además, es por una de las canciones que se llama así.

¿Por qué decidiste adelantar Entre los dos y Ese tiempo terminó y no el que le da nombre al disco?

No quise hacer eso, quería mostrar otra cosa. La gente por Facebook tienen muy buena onda, pedían y pedían, algo tenía que tirarles. Tampoco quería darles el corte, un adelanto es un adelanto. El primer tema (Entre los dos) está muy bueno, está cortado, tiene un montón de violas y una introducción que está buenísima. Estoy muy contento con el disco, todas las canciones son muy diferentes, es muy complicado elegir un corte. Serán 11 temas y me traje uno de Gazpacho, En el mismo lugar. Salió en el último disco que sacamos por internet, lo había compuesto con Juan Kokollo, le faltaba una vuelta de tuerca que le pude dar. Cierra mucho con este disco. Es el típico para poner play y hacer cualquier cosa, estar en un lugar tranquilo o lavando platos o haciendo otra cosa. Da para escucharlo tranquilo o haciendo algo. Tiene mucha energía positiva, el concepto fue ese de un disco con buena onda, letras profundas.

Hablabas de Facebook antes, ¿Te sorprende la repercusión del público ante esta nueva etapa?

La verdad que la gente es increíble, eso debe también a tanto que hemos tocado con Gazpacho, por todos lados. Hemos viajado tanto y eso siempre vuelve. Se disfruta y agradece muchísimo el afecto. Uno nunca sabe, tenía ofertas para hacer otra banda y la gente está apostando por mí, la buena onda se siente y me ayuda a seguir de otra manera.

¿Ya hay un lugar en vista para presentarlo?

Sí, por Capital seguramente para después de julio cuando salga el disco. La idea es tocar seguido, vamos a ir a Rosario, Cordoba, Mendoza pero sobre todo mucho en Buenos Aires. Lo que más me divierte es tocar en vivo, lo necesito, es terapia para mí. Ahora que empecé a ensayar es otra cosa, estoy más conectado. Los temas que yo compuse en Gazpacho vendrán conmigo. Ellos ahora tienen ahora otra energía, perfilan otro tipo de música y además Nando es un cantante distinto a mí. Arbol Rojo, Mensajes, Evolucionar, A Pleno, Un poco más, Volver vendrán conmigo. Creo que para mediados de julio tiene que estar listo el disco. Estamos cerrando con la compañía, tengo que darle fotos y un montón de cosas que son un bajón pero hay que hacerlas.

¿Qué respuesta esperas del púbico y vos de este disco?

Esto es un principio, una primera llave de un proceso que quiero seguir, es un escalón más dentro de mi carrera. Ahora salió este disco que me gusta muchísimo, son mis canciones, por ahí el próximo disco será más arriba porque quiero eso cuando toque en vivo, es un camino. Espero a la gente le guste, es para ellos, un artista es uno con la gente. Para tocar necesitas de las dos cosas. El que lo escuchó o escuche le va a gustar porque es autentico, sigue siendo la energía que yo le pongo a las cosas.

Por Agustín Munaretto

Imagenes: Facebook oficial Pablo Oliva